Navegamos en busca del consuelo que nos aportan los pequeños premios diarios. Aquellos que se esconden en la rutina del día a día. Somos marineros de aguas agridulces a los que nos guían grandes principios, ideas elevadas y pensamientos trascendentales y sin embargo no despreciamos cualquier sorpresa, por minúscula que sea, para divertirnos y hacer ameno nuestro viaje que se dirige a la utopía... pero la utopía nos la hemos pasado... por lo menos al Capitán de todo esto no le han dejado entrar... y otros han entrado aun sin saber ellos el tamaño de sus hechos...

Seguimos navegando, ponemos rumbo hacia un diminuto punto de luz que se disipa a lo lejos, en la línea del horizonte. Atravesamos el espacio – tiempo, nuevas inquietudes nos guían en nuestro periplo en busca de lo etéreo, aquello, que se manifiesta sólo ante los ojos del que sabe captar la esencia de lo intangible. Esa cualidad despojada de todo pudor que posee nuestra querida Alta-Dimensión... a la que el Capitán no encontrara jamás... y puede además que se este dando por vencido mientras otros ríen sin saber que han estado en ella... en nuestra perfecta e inalcanzable Alta-Dimension
P.D. :“En el castillo de donde las dan las toman, hay una cama reservada para ti. Alguien te vio salir volando en una escoba,no había necesidad ninguna de mentir...
Los Planetas