Por la noche hay una fiesta privada en el jardín,
En las copas y en las mesas
Además de todo esto,
A la hora de la siesta,
Y después cuando anochezca,
Donde empieza el infinito
Hoy navegamos con precaución, para impedir que esa luz cegadora acabe con llevarnos a la deriva...
Esta nave es un arca cargada de esperanzas, como una poesía de buenas intenciones en pos de la utopía, esa lejana dársena...

La velocidad me impide ver nada más allá que mis narices...Rodamos a mil millas por hora...es la inercia de una jornada sin tregua...de un ir y venir de una coordenada tras otra...sólo ahora, cuando parece que la singladura la siento en vivo y en directo, parece que todo se calma y soy consciente que tras todo este maremagno dimensional la utopía es nuestra prioridad más inmediata...
Seguimos navegando...rechazamos los dogmas preestablecidos...y no buscamos una única verdad...en otro espacio y en otro tiempo, ya nos hubiesen etiquetado...hoy los géneros se mezclan y los extremos se tocan, por eso nos mires desde nos mires, lo único claro en toda esta selva diensional de espacios y tiempos es que nosotros no cambiamos en esto: continuamos buscando el paradero desconocido de nuestra anhelada alta dimension...estamos en ello.
PD:“¿no sería bonito?...
Quizá si lo pensamos y lo deseamos
y lo esperamos y lo pedimos
podría volverse realidad,
Amor, entonces no habrá nada
que no podamos hacer...”
BEACH BOYS


Como pequeñas figuritas hieráticas, a manos de Fortuna, nos quedamos clavados en unas coordenadas espacio-temporales, mientras la historia reciente nos azota...escoramos a la derecha o a la izquierda, delante y atrás, pero rígidos, sin ningún moviendo ondulante...puede que ya estemos muertos y que la vida sea lo que bulle a nuestro alrededor...Y ya no tengamos mucha mas labor que hacer como Capitán.