Enanas blancas

La calma chicha es traicionera, a poco que te descuidespuede provocarte un vahído más dramático que el desmayo de cualquier damisela, ya que la distancia que separa la cofa de la cubierta es más peligrosa que los brazos de un indecoroso caballero...(caballero de verdad)

El rumbo de esta nave errante estaría perdido sin aquellos fieles compañeros de viaje, pilotos alados que también aletean...y que tantas veces nos han salvado de un posible naufragio con tan sólo divisarlos. Si algún día diésemos con la quimera, tendríamos una deuda con ellos, de por vida...

Nuestro periplo en pos de la utopía nos lo tomamos muy en serio, es algo solemne, incluso épico..., pero también puede ser una singladura desenfadada, amable, ligera..., de esas que sirven para desengrasar con tanto heroicismo de epopeya clásica...

Nuestra nave errante da un giro en esta jornada a lo “cañí”, algo que puede elevarnos hasta las cotas más altas de lo sublime o hacernos naufragar hasta emponzoñarnos en la nada más absurda y cutre...

Seguimos navegando e imaginando..., y en tan sólo un suspiro de nuestro espacio–tiempo, el periplo ha virado a un escenario totalmente diferente. La doble condición del alma del hombre es la que guía hoy nuestros pasos, dos máscaras que ocultan tantas personalidades, cuyo único punto en común es el afán por dar con una anhelada Alta dimensión plegada por infinidades de agujeros de gusano que nos sirven para debatir sobre agujeros negros y enanas blancas...

PD;

"Tú eres como el sol de la mañana

 Que entra por mi ventana 

Que entra por mi ventana

 Tu eres de mi vida la alegría

 Eres sueño en la noche 

Eres ritmo en mis días"

Pepa Flores (Marisol)